A la hora de realizar compras, los mexicanos gastan hasta lo que no tienen. Esta frase que parece “politicamente incorrecta” es real aunque algo antipatica. Por lo general, somos malos consumidores porque no hacemos un uso responsable del dinero, ni cuando es ajeno, y tampoco cuando es nuestro.
Tras esta primera intorducción, los consumidores se encuentran frente a una encrucijada a la hora de realizar sus compras: Pagar con efectivo o con tarjeta.
Ahora bien, tenemos que ser realistas y decir que muchas personas no tienen acceso a los bancos, por lo tanto sus pagos los hacen con dinero en efectivo porque no tienen otra opción y eso debería poco a poco desaparecer para incluirlos dentro del sistema financiero.
Pero lo que tenemos que analizar es la conducta de pago para las personas que si están insertas pero que no tienen conducta financiera responsable. Pagar con efectivo o con tarjeta marca un comportamiento social, porque es ante todo, una forma de vida.
¿Cómo elegir si pagar con efectivo o con tarjeta?
Los pagos en efectivo suelen ser una herramienta cuando debemos abonar compras pequeñas, en tiendas donde no aceptan otros medios de pago, porque su utilización compulsiva en todo tipo de transacciones diarias genera poco control sobre los recursos, gastando de más. Además, es una tendencia al gasto continuo que cuando se acaba el dinero, recién se toma conciencia de que ya no queda con que pagar durante el resto del mes.
A menos que lleve al día un presupuesto familar serio con herramientas que le permitan controlar gastos e ingresos, es una salida muy poco recomendable.
Entonces ¿pagar con tarjeta de crédito o con tarjeta de débito?
La tarjeta de crédito es recomendable utilizarla bajo dos situaciones puntuales: promociones y compras financiadas sin intereses o por montos que es imposible pagar de forma completa. Veamos cada una.
Las promociones son el “gancho” que tienen los bancos para ofrecernos una tarjeta de crédito porque recibir descuentos especiales, puntos en programas de beneficios o acceso a ciertas compras con ventajas sobre otros, nos permite caer en las “tentaciones” del sistema. Podemos tener una tarjeta de crédito y sólo utilizarla cuando encontremos promociones que realmente nos convienen.
El otro punto es la financiación, aquí es clave utilizarla en las llamadas compras “a meses sin intereses”. Financiar compras que realmente nos interesan es ventajoso siempre y cuando paguemos de forma completa cuando recibimos el estado de cuenta, porque hacer el pago mínimo terminará tirando por la borda el beneficio, con un agravante, nos costará más caro.
En cuanto a las tarjetas de débito, puede que sea el mejor de los métodos de pago, porque tiene un control estricto del estado de cuenta bancario y los gastos que se pueden realizar. Este medio de pago nos permite realizar compras hasta que el dinero se termina, sin posibilidad de financiar ni gastar de más. Además, puedes acceder a beneficios especiales en diferentes empresas.
En fin, lo importante es tener una conducta responsable, porque al final de cuentas, es nuestro dinero el que está en juego.